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Revista panamericana de salud pública, 1998-09, Vol.4 (3), p.171-177
Ort / Verlag
Organización Panamericana de la Salud
Erscheinungsjahr
1998
Quelle
EZB Electronic Journals Library
Beschreibungen/Notizen
La vacuna antisarampionosa se empezó a usar en Cuba en 1971. En los años setenta se implantó una estrategia inicial para el control del sarampión, y a ella le siguieron iniciativas adicionales a principios de los años ochenta. Pese a haberse mejorado el programa de control, siguieron produciéndose brotes de la enfermedad. En 1986, después de revisar las experiencias recogidas a partir de las iniciativas de control ya establecidas, se adoptó una nueva estrategia de vacunación antisarampionosa. Con el tiempo, la nueva estrategia de vacunación contra el sarampión llegó a tener tres componentes principales: primero, una campaña única de vacunación de "puesta al día" dirigida a niños de 1 a 14 años de edad. Segundo, se procuró lograr y mantener una alta cobertura con la vacuna mediante el ofrecimiento de servicios de vacunación obligatoria para niños de 12 meses de edad ("vacunación de mantenimiento"). Por último, se llevaron a cabo periódicamente campañas de "seguimiento" para niños de 2 a 6 años de edad. Con el fin de monitorear el territorio recorrido hacia le eliminación del sarampión, se ha hecho un esfuerzo por fortalecer la vigilancia de la enfermedad, de la cual forma parte la investigación de casos sospechados. Tanto la campaña general de "puesta al día" como la de "seguimiento" alcanzaron coberturas de más de 98% en los grupos de edad a los que fueron dirigidas. El programa de vacunación de rutina también ha mantenido una alta cobertura. La alta inmunidad poblacional contra el sarampión lograda mediante estas estrategias de vacunación dio por resultado una rápida reducción de la incidencia de la enfermedad. De 1989 a 1992, se notificaron menos de 20 casos anuales confirmados por laboratorios. En Cuba, el último caso confirmado por pruebas serológicas se presentó en julio de 1993. La estrategia para la eliminación del sarampión que se ha aplicado en Cuba ha interrumpido la transmisión de la enfermedad y ha impedido la circulación del virus causante en la isla. La experiencia de Cuba con la eliminación del sarampión sugiere que si se aplica una estrategia apropiada de vacunación, se puede erradicar el sarampión del mundo entero.